Román es un profesor universitario jubilado al que invade la
nostalgia de los días luminosos de la pedagogía en que fascinaba a sus alumnos
despertándoles el amor por el saber y ayudándoles a alcanzar una vida más noble
y más alta.
Entre sus antiguos alumnos están Elena y Eugenio, una pareja
de médicos a los que todavía trata y con los que ha establecido complejas
relaciones en lo intelectual y en lo sentimental.
Por otra parte, Román, halagado por el interés hacia su
persona que demuestra un joven periodista, Héctor, permitirá que éste entre en
su vida sin sospechar que el pasado torturado del nuevo personaje le atrapará
en una situación en la que es incapaz de tomar decisiones, de comprometerse con
el drama al que asiste.
Opinión
¿Qué decir de esta novela? El argumento me pareció
interesante y es un libro que trata de ponerte fácil su lectura ya que sólo
consta de 224 páginas, con una letra grande y galardonada con el
Premio Nadal 2012, y piensas que en principio para una lectura ligera está bien.
Pero a la hora de la verdad, cuando decido leerlo con toda la ilusión del mundo (como cada vez que empiezo un libro) me llevo un batacazo al ver que no era
como yo me esperaba, y que se hizo una lectura pesada a pesar de su tamaño.
El hecho de que sea una novela corta, no me echó para
atrás en
ningún momento ni me hizo juzgar antes de leerla de que no me fuera a gustar,
ya que tuve experiencias pasadas en las que un libro corto me ha llenado más
que otros de mayores dimensiones, pero he de decir que éste no fue el caso.
Fue una lectura que se me hizo pesada y larga (con
deciros que tardé casi un mes en terminarlo) ya que el autor mete teorías,
nombres de filósofos y expresiones en latín (algunas de las cuales poco
comunes y que no se molesta en explicar). Por si esto no fuera poco el
estilo es rimbombante, utilizando palabras o expresiones en castellano poco
frecuentes y conocidas y haciéndote sentir inculto por no entender su
significado. Esto hizo que no fuera capaz de empatizar con los personajes, y
por si esto fuera poco, la trama era muy lenta.
Nunca antes había leído nada de este autor, pero tras esta
primera experiencia no me han quedado ganas (por el momento) de intentar leer
otra obra suya.
Totalmente de acuerdo. Un estilo pedante, culto en exceso y lento, que no casa con la historia que se supone que iba a contar. Una historia, por otra parte, invisible, ya que no fui capaz de encontrarla entre expresiones latinas y metáforas demasiado opacas.
ResponderEliminarUn besito.
No he leído nada del autor,
ResponderEliminarpero por lo que decís no me quedan ganas de hacerlo.
Excelente tu blog
Te sigo
¡Saludos!
Gracias por el aviso, le tenía muchas ganas hasta que vi alguna opinión similar a esta, de buena me he librado...
ResponderEliminarNo lo he leído, pero supone una decepción cuando tienes tantas esperanzas en un libro y supone un esfuerzo el terminarlo!
ResponderEliminarTomo nota... jeje
Un saludo